México, al ser conquistado por España, recibió la denominación de Nueva España, esta denominación fue trascendental para identificar una época importante en la historia de México; y dentro del ámbito de las bibliotecas no es la excepción, razón por la que las bibliotecas de esta etapa son llamadas “Bibliotecas Novohispanas”.
Estas bibliotecas pertenecían principalmente a los conventos, y había algunas otras bibliotecas particulares que correspondían a personajes como Bartolomé de las Casas, Juan de Zumárraga, Sor Juana Inés de la Cruz y Carlos de Sigüenza y Góngora (Osorio, 1987).
Las bibliotecas de los conventos contaban con documentos en su mayoría de carácter religioso, aunque se sabe de colecciones llamadas “prohibidas” que tenían escasos documentos cuya temática radica en las ciencias experimentales; por ejemplo, en el convento de Tezcoco -hoy Texcoco-,existía “un tratado de peste” y un “Hinojosa de cirugía”, por otro lado, el convento de Tlalmanalco poseían un libro titulado “Efemérides astrológicas” (Osorio, 1987).
En cambio, las bibliotecas particulares de los personajes antes mencionados contaban con colecciones de libros de carácter científico, tales como las obras de Copérnico, Tycho Brahe, Galileo y Kepler, incluyendo también libros de arquitectura y medicina (Carreño, 2004).
En ese tenor, es importante mencionar que de acuerdo con el contenido de la colección es su clasificación, de manera que Carreño (2004) menciona que “la organización de las bibliotecas coloniales o novohispanas fue a través de una catalogación temática y alfabética de autores”.
Aunque Osorio (1987) hace mención que la clasificación de las bibliotecas se puede considerar en tres grandes grupos:
1. Bibliotecas que solo cuentan con un inventario en el que se enlistan los libros sin ningún orden;
2. Bibliotecas que dan a los libros un orden alfabético, sin discriminar el título o el autor;
3. Bibliotecas que consideran una clasificación por materias: Esta clasificación por materia considera aspectos como los documentos expositivos, predicables, escolásticos, morales, canonistas, espirituales, diversos, y mexicanos; aunque conventos como el de San Luís de Uexotla, establece ya un código para la clasificación, sin embargo este código solo son las letras del abecedario, por lo que:
A. Sancti Patres
B. Expositivi
C. Praedicables
D. Morales
E. Theologici
F. De legibus
G. Spirituales et historici
H. Latini grammatici
Con lo anterior podemos observar una de las posibles razones por las que México no ha desarrollado un sistema de clasificación específico, ya que las colecciones de esa época solo estaban centradas en los aspectos religiosos; clasificaciones que no cubren los aspectos de las temáticas actuales.
Para más información consulta:
CARREÑO VELÁSQUEZ, Elvia. (2004). Las bibliotecas antiguas de México. [En línea]. [Consulta: 17 septiembre 2009]. Disponible en Internet en: http://www.adabi-ac.org/investigacion_libro_ant/articulos/paginas/04art_ecv01.htm
OSORIO ROMERO, Ignacio. (1987). Historia de las bibliotecas novohispanas. México: SEP. 282 p.
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